Riquísimas cerezas
Me las dieron mis tíos de Sorzano y me están sabiendo a gloria. Y es que las cerezas son un fruto apetecible y sano.
Las cerezas se entrelazan unas con otras y es difícil comerlas de una en una, vienen siempre en racimo.
Las cerezas tienen un color llamativo, pero discreto.
Es un magnífico fruto de la primavera riojana, por el que doy gracias a Dios, ya que me recuerda los frutos que, en este Pentecostés, espero por dentro. Ojalá éstos vengan también en racimo, sanos, con buen color y discretos: ¡Preciosos dones del Espíritu Santo! ¡Tan necesarios siempre!
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