Existen
Hoy me contaba, con toda sencillez, una señora, que vino a encargar una misa por su madre, fallecida hace unas dos semanas, a la que cuidó heróicamente durante los ultimos meses de una durísima y penosa enfermedad, que, tras la muerte de esa buena madre, Dios la ha curado de la diabetes que padecía.
Y es que existen los milagros, que Dios concede según providente determinación, para que los beneficiarios y quienes los conocemos seamos mejores. Yo doy gracias a Dios por ser, de vez en cuando en el pastoreo sacerdotal, testigo de algunos.
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