Una monja sin complejos
Una mujer muy actual. La celebramos mañana, porque vive en Dios. Se llama Teresa, Teresa de Jesús, Santa Teresa.
No tuvo en vida complejos. Y reformó monasterios, y fundó conventos y se pateó media España en chirriantes carromatos, con frío, calor, lluvia y sol. Y, encerrada en su convento o recorriendo España, fue maestra de oración. Oró y enseñó a orar y se santificó y formó un imparable reguero de santidad que aún perdura.
Yo le pido, en su fiesta anual, que me enseñe a imitarla. Que elimine mis complejos y los de quienes me rodean. Que me dé su desparpajo, su valentía, su fortaleza, su simpatía, su ingenio, su saber hacer, su saber estar, su saber escribir, y rezar y callar y hablar.
¡Santa Teresa, mujer de una pieza, ruega por nosotros!
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