Recuerdo de Monseñor Eduardo Fuentes
Mañana, 20 de agosto, celebraba Monseñor Eduardo su cumpleaños.
Lo celebró muchas veces con nosotros, seminaristas o formadores de entonces, en su seminario de Sololá. Lo celebrábamos muy felices: rezando, cantando y también con algún extraordinario en la mesa. En la fiesta que le organizábamos, Monseñor Eduardo disfrutaba como un niño, riendo, contando algún chiste, que él lograba que resultara gracioso no se sabe cómo. Y se nos pasaba el tiempo sin enterarnos. Pero, eso sí, saliamos entusiasmados con lo que estabamos haciendo, que no era nada fácil: formar sacerdotes o formarse como tales.
Por eso sigo añorando cada 20 de agosto aquellas fiestas de cumpleaños. Pero estoy seguro que allá en el cielo le organizarán también a Monseñor algún acto con canciones, representaciones y chistes, con los que él seguirá disfrutando y nosotros recordándolo aquí abajo ¡Felicidades Monseñor!
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