Recuerdos de Monseñor Eduardo Fuentes
En este aniversario, los recuerdos me consuelan y me estimulan.
Recuerdos de un trabajo esforzado por sacar adelante una diócesis y un seminario con muy escasos recursos económicos y humanos.
Recuerdos de alegría compartida, de optimismo, de esperanza, de fe, de mucha fe.
Recuerdos de simpatía humana, cercanía, y preocupación por todos.
Recuerdos, en fin, para alimentar la memoria, pero sobre todo el corazón, que siempre requiere especiales cuidados.
¡Descanse en paz, el amigo imcomparable, Eduardo Fuentes!
Sonriendo y muy sereno nos dejó el Obispo Eduardo.
Como amigo y padre bueno hoy queremos recordarlo.
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Tito -