Ecos de la Misa en Madrid en la fiesta de la Sagrada familia y fiesta de los Santos Inocentes
Ha sido un estímulo para los que peleamos a diario en la pastoral parroquial, donde las familias son las principales destinatarias de los desvelos y de las iniciativas.
Ver a tantas familias felices de ser y manifestarse cristianas, estimula y alienta a no dejar de sembrar, porque al final, si Dios quiere, y lo quiere de verdad, habrá gran cosecha.
Hoy, día de los Santos Niños Inocentes, hemos pedido en mi celebración parroquial, por tantos niños a los que no se les deja nacer, tras haber sido concebido, por tantas vidas, que podrían ser tan grandes, y quedan truncadas en sus mismos comienzos. Ojalá que sea escuchada esta oración y se aclaren las conciencias y se ponga freno a tanta degeneración en las leyes y en las conductas.
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