Economía parroquial
Esto de la pobreza resulta muy fácil para presumir, hablar y no hacer nada. Pero administrarla, es bastante trabajoso y requiere cierta meticulosidad.
La economía parroquial, al menos de mi parroquia, consiste en administrar una pobreza absolutamente real y nada ideológica, que milagrosamente permite mantener el patrimonio y vivir la caridad, con más intensidad en este tiempo de crisis.
Pero es economía y se rige por la economía, no por la ideología. Y la primera regla es no gastar más de lo que se ingresa. Lo que lleva a saber cada momento qué se ingresó y qué se puede gastar y despúes si se debe o no hacer ese gasto.
Cosas elementales, pero muy fáciles de descuidar. Y cada descuido es un riesgo que se puede pagar caro.
En fin, que aquí estoy en estos momentos con mi economía parroquial a vueltas,sin un Carlos Cojtín que me haga las cuentas, contando, eso sí con mi ROBOJTIN, porque voy a terminar mis salones y mis obras, pero queda lo más difícil: pagar. Menos mal que tengo un gran donante y mucha gente generosa que me da para seguir haciendo economías que administren mi pobreza parroquial, librándome de la quiebra.
¡San Nicolás de Bari me proteja!
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