Unido a los que se ordenan diáconos y sacerdotes en Sololá en este día
Con alegría desbordante me uno a todos y cada uno de los ordenandos, al seminario, a su familia, a la diócesis de Sololá-Chimaltenango.
Y pido para ellos la gracia de la fidelidad, del entusiamo apostólico, de la generosidad sin límites.
Que el Espíritu Santo descienda con todos sus dones sobre cada uno de ustedes y los transforme para convertirlos en servidores y sacerdotes de Jesucristo y de su Iglesia.
Y... la pena de no haberles podido acompañar la ofrezco también para que todos perseveren y crezcan en alegría y santidad.
Un abrazo muy fuerte paterno y fraternal ¡Bienvenidos los presbiteros a la fraternidad sacerdotal!
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