Mi pueblo natal se remoza
Estuve ayer domingo, en la tarde, en mi pueblo natal, Sorzano.
Es un lugar privilegiado de paisajes recios y bien definidos. En el invierno se deja ver la tierra fertil desnuda y bien removida. Un primoroso verdor alegra la primavera. El verano pinta el horizonte de luces y sombras y el otoño lo torna multicolor y recogido a la vez.
Pero, me chocaron ayer, más que el impresionante paisaje invernal, las obras que se llevan a cabo junto a la plazuela de la iglesia, rodeando al frontón cubierto. Están a punto de concluir y le van a dar, sin duda, novedad y prestancia al pueblo: Se contruye una fuente muy original, han plantado un añoso olivo y pavimentado el suelo con impresionantes losetas de granito.
Me alegra este remozamiento. Da gusto que, se repete lo antiguo, sin renunciar a lo nuevo.
Ahora ya solo queda que pronto se arreglen los alrededores de la ermita, para que Sorzano, recobre toda su belleza paisajística y sentimental.
2 comentarios
MILO -
Enrique Galvan -