La Noche Buena
Tan esperada, tan deseada, tan luminosa... Tan pedagógica:
A Dios no le importó nacer en un país políticamente desastroso: ocupado por el imperialismo y absolútamente antidemocrático.
A Dios no le importó la ruinosa economía familiar de los suyos.
Ni siquiera la carencia de vivienda.
Le importó la familia y quiso nacer en una bien constituida, no en otras formas de convivencia de género.
Le importó que se enterara un número suficiente de gente que lo pudiera transmitir a los demás. Gente, para nosotros extraña: unos pastores, unos magos...
Y así se sigue mostrando: rasgando el cielo con villancicos e iluminando con su claridad la oscura nocha.
Y ahí queremos encontrarlo: "No la debemos dormir la nocha santa, no la debemos dormir..."
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MILO -