La alegre y fructífera navidad
Hoy estuve atendiendo a un sacerdote enfermo de alzeimer, que se llama José Boncompte Cenzano. Le he dado de comer y lo he acomopañado un buen rato. Hace años que no puede hablar, ni comunicarse de ninguna forma, pero da la impresión de sentir la compañía en medio de su insconsciencia.
Es un modo de vivir estos días de navidad, de manera distinta a como la vien tantos. Eso sí también he tenido tiempo para preparar la Iglesia para la navidad, hacer unas gestiones en el ayuntamiento, celebrar la Santa Misa y pasear con mi compañero Santiago que ha venido de Salamanca.
Pero he podido descansar de mis brutos catequizandos que están de vacaciones. Espero que estos días los amansen.
En las obras de la casa parroquial seguimos a paso tortugario. Pero hay menos polvo y con las ventanas nuevas no se nota el frío.
También hemos repartido alimentos, desde cáritas parroquial, a nueve familias necesitadas de Villamediana. En la noche una persona me ha traido la cesta navideña que le regalan en la empresa para compartirla con los necesitados. Siempre hay gente buena en el mundo, que hace más hermosa la navidad.
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