Felicitación al Seminario Menor de Sololá por sus 15 años
La fiesta de los quince años del Seminario Menor de Sololá es una efemérides digna de ser celebrada como una bendición de Dios, sobre todo, por los frutos que ha dado.
Muchos seminaristas mayores de Sololá han pasado por esta casa de formación, que inició Monsñeor Eduardo Fuentes, apoyado por unos pocos sacerdotes que le ayudábamos y confiábamos en él.
Ha salido adelante con escasez de medios materiales y de personal, pero con el aliento de los ya numerosos jóvenes formadores que pasaron por él. Yo tuve la dicha de ser Rector mientras se construían los edificios y se ponía en marcha su reglamento. Me limité a dejar hacer y apoyar con total confianza a quienes lo sacaban adelante con un optimismo y un esfuerzo admirables.
Guardo recuerdos emocionantes, pero lo que más recuerdo es aquella inolvidable bendición de la Capilla por parte del Nuncio Apostólico, Mons. Morandini, que suplía a Monseñor Eduardo Fuentes, gravemente enfermo. Las palabras que le dije al nuncio, tras la bendición, como las llevaba escritas me las pidieron de la nunciatura y se las envié por fax. Las recuerdo como si fuera hoy cuando las escribí y las pronuncié y decían algo así: "Mientras otros se dedicaban a proyectos salvadores que se han mostrado un fracaso, Mons. Eduardo, se dedicó al Seminario, que es una gran esperanza para Guatemala. El confió plenamente y no le importó el acento, ni el origen de los formadores porque sabía lo que quería y sabía que la mayor originalidad es no tener otra que la de seguir al Magisterio de la Iglesia y contar con sacerdotes dispuestos a seguirlo. Hoy suenan ya otros acentos entre los formadores. Ellos, a pesar de su juventud, han sacado adelante este Seminario Menor. Ojalá pueda seguir adelante."
Gracias a Dios, se pudo construir, durante la sede vacante, lo que restaba de edificios y hasta hoy ha seguido haciendo una impagable obra de formación, que solo Dios conoce en toda su extensión, pero que la diócesis y la Iglesia agradecen y aprecian.
Dios quiera que siga adelante esta hermosa obra bajo el manto de María y con el cuidado de San José, con muchos, muchos: "Caminantes, soñadores, llenos de fe y juventud, seminarisitas Menores, que vayan siguiendo la Cruz..." Porque, sin duda, en ella está el futuro, en ella está la luz... ¡FELIZ ANIVERSARIO!
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