Bajo la protección de la Virgen Dolorosa
Durante mis años de Sololá me acompañó la presencia materna de la Virgen, bajo la advocación, de los Dolores, o Virgen de la Concha.
Al regresar a España celebraba la misa en Madrid en la Parroquia de Nuestra Señora del Dolor, en el Colegio Caldeiro.
En Autol vivía en la Calle de Nuestra Señora de los Dolores, nº 2, y celebraba la misa en una capilla dedicada a la Virgen Dolorosa, cuya preciosa imagen me inspiraba gran devoción.
Ahora en Villamediana acabamos de comenzar una Asociación Cofrade de la Virgen Dolorosa para solemnizar las procesiones de Semana Santa, con banda de tambores incluída.
Me alegra, por tanto, seguir bajo la protección de tan buena Madre. ¡Que ella me siga ayudando!
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