Fiesta de la presentación de Jesús en el Templo: Luz de las Naciones
“Mira -dice Simeón a María- éste niño está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones”.
Hoy sigue cumpliéndose entre nosotros esta profecía y Dios es rechazado por muchos. A nosotros, que tenemos fe, lo tocamos en los sacramentos y lo servimos en los necesitados, no nos escandaliza ese rechazo, sino que amamos a Dios en su abajamiento y reparamos, con oración y servicio, el olvido y la oscuridad a que quiere someterlo nuestro tiempo. Gracias, Jesús, por abajarte tanto.
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