Un viaje y ua visita inolvidable
Que me llenado el alma y el corazón. Gracias a todos los lo hicieron posible: Al Obispo de Sololá-Chimaltenango que me invitó, a los sacerdotes que organizaron y me acompañaron, a los amigos que tuvieron mil detalles, a los seminarios y las parroquias... Quedo en deuda con todos, pero lleno de gozo por el cariño que me demostraron.
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