En Pamplona escuchando a Mons. Fernando Ocáriz
Gran Canciller de la universidad, que ha presidido un acto conmemorativo de los cincuenta años de la facultad de teología.
Ha sido una celebración familiar, cercana, estimulante y abierta. Con pregutas, anecdotas, petición de compromiso y visión y sentido sobrenatural.
Más que como gran Canciller se ha mostrado como sacerdote, Padre y teólogo, invitándonos a que la teología que cultiva la facultad sea vital, atractiva y comprometedora de la vida.
He disfrutado y aprendido, emocionado por el bello horizonte que se me ha abierto.
0 comentarios