Preparando la semana Bíblica (IV)
VEINTE CITAS BÍBLICAS IMPRESCINDIBLES
AMOR
1. Tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino tenga vida eterna (Jn 3,16).
2. Dios es amor (1Jn 4,8).
3. A Dios nadie lo ha visto jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros (1Jn 4,12).
4. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos (Mt 22,37-40).
SALVACIÓN
5. Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros (1Jn 1,8).
6. Ante el nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en el abismo. Y que toda lengua proclame que Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre (Filip 2,11).
7. Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará (Mc 8,35).
8. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida? (Mc 8,36).
9. Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame (Mc 8,34).
10. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn 6,54).
11. Yo estoy con vosotros todos los días hasta que se termine este mundo (Mt 28,20).
VIRGEN MARÍA
12. Dijo María: «Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (Lc 1,38).
13. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo a quien más amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo se la llevó a su casa (Jn 19,25-27).
LA PALABRA DE DIOS
14. Tu Palabra es lámpara para mis pasos y luz en mi sendero (Sal 119,105).
15. Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina (2Tim 4,2).
16. Cuando me llegaban palabras tuyas, yo las devoraba. Ellas eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón (Jer 15,16).
17. Me has seducido, Señor, y me dejé seducir por ti (Jer 20,7).
LA MISIÓN
18. La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies (Lc 10,2).
19. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación (Mc 16,15).
20. ¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio! (1Cor 9,16).
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