Un aniversario que casi me pasó desapercibido

Hace cincuenta años, el 3 de octubre de 1966, con otros cuarenta y cuatro compañeros, ingresé en el seminario de Logroño.

Se me pasaba sin reseñar esta fecha, y me la ha traido al pensamiento Don Carlos Alonso en Facebook al hablar de que él cumple cuarenta años de su ingreso.

No se me olvidan, eso sí, las impresiones de aquellos primeros días lejos de casa y correteando por un inmenso edificio desconocido, que al cabo del tiempo se fue convirtiendo, poco a poco, en hogar y los otros seminaristas en familia. Un abrazo y felicitación especial para todos ellos, doce de los cuales, llegamos hasta el final y somos ahora felices sacerdotes.

La foto es de unos años después, cuando ya estudiaba filosofía y me faltaban cinco años para la ordenación.