Diez motivos para escépticos sobre la utilidad del Programa en Gestión Pastoral

1. Se aprenden no sólo nociones, sino también motivaciones.

2. Motiva  particularmente la ciencia y buena pedagogía de los profesores, la juventud y competencia intelectual de los alumnos de licenciatura que también hacen el curso y la valiosa experiencia de los numerosos expertos invitados.

3. La pedagogía de la fe se mejora no sólo con buenas intenciones, sino con la utilización de recursos  pedagógicos y no contentándose con hacer lo de siempre.

4. La experiencia enseña  cuando se reflexiona sobre ella, se evalúan  resultados  y no se asusta uno ante la innovación.

5. La catequesis y la predicación mejoran, si al menos cada curso, se introduce una corrección, una nueva actividad, un   material mejor, unas motivaciones renovadas…

 

6. En la parroquia es importante lo que siempre se ha hecho, pero también lo que se podría hacer mejor.

7. La parroquia es más que una empresa, por ello, hay que hacer, al menos lo que se hace en las empresas, pero con más fe,  más amor, y no con menos eficacia (la eficacia requiere formación e innovación, porque el mundo avanza y cambia).

8. Es importante el tiempo del párroco, su salud y el  dinero que administra, pero, más importantes aún son las personas que tiene encomendadas. Por amor a ellas hay que aprovechar el tiempo, cuidar la salud y gestionar eficazmente el  escaso dinero de la parroquia y su patrimonio. Y esto se aprende haciendo, evaluando lo hecho y aprendiendo de quien sabe más. El que sólo cuenta con su experiencia camina a la velocidad del cojo.

9. El mundo contemporáneo es problemático, lo salvarán quienes sepan ver los problemas como retos.

10. El mundo no lo cambian los soberbios, sino los humildes. Ser reducido, de la categoría de párroco a la condición de alumno, ayuda a conseguir esa humildad que puede cambiar tu parroquia. Por eso: ¡No lo dudes, apúntate el año próximo!

Dedicado a mis amigos y compañeros párrocos