Ecos de una hermosa beatificación en Burgos
Se trata del sacerdote Valentín Palencia Marquina y los laicos Donato Rodriguez, Germán García, Zacarías Cuesta y Emilio Huidobro, que murieron mártires durante la persecución religiosa de la Guerra Civil española.
Durante el verano de 1936, cuando comenzó la Guerra civil española, se prohibió la celebración de los sacramentos y se incendiaron iglesias.
En ese tiempo, "algunos fieles aconsejaron a Don Valentín quitarse la sotana para huir de los anarquistas, que estaban matando a todos los sacerdotes que encontraban. Pero el sacerdote no abandonó la sotana y no disimuló su condición, siguiendo celebrando la misa a escondidas y llevando la comunión a las religiosas".
Y así continuó el P. Valentín hasta que en "la noche del 15 de enero de 1937, cuando,traicionados por dos conocidos, Don Valentín y los cuatro jóvenes fueron arrestados, matados y abandonados en un lugar solitario".
"La causa del martirio fue bien expresada por un testigo: «Lo mataron porque era sacerdote». Los jóvenes laicos fueron asesinados con él, por defender su fe y compartir la suerte de su padre, maestro y amigo".
Me alegro por la vecina diócesis burgalesa que por primera vez ha disfrutado en su inigualable Catedral de una beatificación de uno de sus preclaros sacerdotes y de los jóvenes que le acompañaron en el martirio ¡Felicidades!
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