Tiempo para el recuerdo
Estos dias en que despido al P. Lee recuerdo aquel paisaje del lago Atitlán y recuerdo lo que tantas veces cantábamos en los felices días de Seminario, referido a la Virgen: "Sobre un bello lago pusiste tu trono y en su hermoso entorno formaste un hogar..."
Y me vienen añoranzas de aquel tiempo y mis labios no dejan de rezar: "Virgen del Camino, Madre celestial, oye nuestros ruegos desde Sololá".
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