Pequeños favores dignos de un agradecimiento grande
He recibido dos pequeños favores, que yo atribuyo a Monseñor Eduardo fuentes, por coincidir con su aniversario y haber pedido, con ese motivo, con más fuerza su recomendación.
El primero es un donativo para enviarlo a Guatemala para ayudar a la formación de sacerdotes; y el otro, una buena noticia referida a vocaciones sacerdotales aquí en La Rioja, donde andamos algo escasos de ellas.
En fin, que existen los milagros y se agradece poder tocarlos de vez en cuando, aún que sea en pequeñas dosis ¡Gracias, Monseñor Eduardo y que la cosa no "disminuya", como decía el chiste que usted nos contó tantas veces!
0 comentarios