Simpática felicitación de un buen amigo
Un buen amigo sacerdote, el P. Elio, me envía este "acróstico", que compuso hace años y que, efectivamente, yo no recordaba ni tenía copia. Me parece muy simpático y agradezco el gran cariño que demuestra ¡Gracias, P. Elio!
SACERDOTES AMIGOS: PADRE ANGEL Y PADRE LUIS
A migos, amigos para siempre: Padre Ángel María Pascual Pascual, Rector, y Padre Luis Antonio Foncea Hernáis, Administrador. Así los vimos trabajar en el Seminario Mayor “Nuestra Señora del Camino”. Uno dedicado a las letras, escribiendo libros; otro dedicado a los números, haciendo cuentas. Dos tareas distintas, pero un mismo fin: formar y forjar nuevos sacerdotes para el servicio de la Iglesia Universal
N osotros no olvidaremos nunca los gratos momentos de años de formación en el Seminario y también los tiempos de convivencia sacerdotal después.
G racias por los años de entrega abnegada y escondida para la consolidación del Seminario. Autoridades eclesiásticas, Religiosas, seminaristas menores y mayores y fieles laicos no sabremos pagar tanto esfuerzo, pero el Padre del cielo será mejor pagador.
E duardo Fuentes, el Obispo, les trajo a Sololá durante los comienzos. Junto al Padre Javier Pereda y el Padre Abelardo Pérez, que vinieron antes, y con ustedes, que vinieron después, formaron parte del equipo de formadores de la primera hora.
L ogros grandes a los ojos humanos quizá no consiguieron; pero han forjado 165 sacerdotes de tierras centroamericanas, y eso vale mucho más.
Y es necesario continuar con el Seminario con el Obispo al frente y: serán 25 años más o los que Dios quiera...
L ago de Atitlán, bello e incomparable y volcanes imponentes al fondo sirvieron de escenario para hacer de Sololá un hogar y del Seminario una familia.
U nidos ahora por la oración y la amistad, somos todos la esperanza de la Iglesia: los sacerdotes llenando Parroquias para la salvación de las almas, y los seminaristas forjando ilusiones desde las aulas. Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote es nuestro modelo.
I lusiones de fuego con visión de futuro les impulsaron a enviar, con aprobación de la Autoridad, jóvenes sacerdotes a completar su formación en Roma y España. Ha llegado para algunos de ellos la hora del relevo.
S atisfacción grande por el deber cumplido: veinte años uno y catorce años otro. La semilla sembrada debe crecer y madurar. Muchas vocaciones cuidadas con esmero producirán frutos sabrosos de santidad. ¿Nostalgia por el deber interrumpido? No lo sé, pudieron haber sido más años y más sacerdotes formados.
4 comentarios
Angel Mª Pascual -
P. Tomas -
Angel Mª Pascual -
JUAN TURUY PAJOC -