Un buen libro para los apasionados por la pedagogía
Ideal para los días de verano: entretenido, ilustrativo, sugerente, apasionante, muy científico, teórico y práctico a la vez...
Hay muchos que no aceptan los avances pedagógicos y torturan al alumno, o al pobre niño que pretenden educar, en vez de hacerle aprender. Este libro los desmonta de su empecinamiento y les hace cambiar, quieranlo o no.
Ideal, pues, para lectura de profes recalcitrantes que "pillan" alumnos en insufribles exámenes, de papás inútiles que no saben enderezar a sus hijos por las sendas del bien... ¡Que lo lean, por favor!
Yo lo estoy leyendo y ya veo más sencillo y atractivo el enseñar (lástima que ahora con las vacaciones no tenga ocasión de aplicarlo).
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