Por los caminos, junto al Canal Imperial de Aragón
Estos días de convivencia y descanso aprovecho para andar estos caminos que rodean a Campolargo, en Zaragoza.
Es un ejercicio asequible y sano que permite conversar, pensar y disfrutar del sol, de la luz y de la naturaleza.
El cansancio de la caminata no me impide aprovechar el tiempo para leer, estudiar y pensar, pues recupero pronto la forma y vuelvo a lo intelectual con mayor gusto y dedicación.
Me alegra, pues, andar por estos coaminos en este comienzo del varano que ya se nota, por fin.
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