Releo el Concilio
En este 50 aniversario releo el Concilio y descubro su fuerza renovadora. Cristo en el centro y la Iglesia, iluminada por Cristo, alumbrando al mundo. La libertad de los hombres puede rechazar esta luz, pero no puede cegarla.
Yo quiero que esa luz ilumine mi vida y mi ministerio y, un buen modo de aclararla, pienso, es leer también el Catecismo de la Iglesia, fruto maduro del Concilio.
¡Qué oscuro estaría nuestro camino sin esta luz! ¡Gracias, Dios Espíritu Santo, por haberla encendido!
0 comentarios