Economía parroquial
Hoy dediqué tiempo a mi modesta economía parroquial, que en tiempos de crisis, merece particular atención.
Los cinco primeros meses los ingresos por colectas ordinarias se han ajustado a lo presupuestado casi milimétricamente. Los donativos y limosnas recibidos han duplicado lo previsto ¡Gracias a Dios! Sin embargo, los igresos por administración de sacramentos no han alcanzado lo que presupuesté en enero.
En cuanto a los gastos han sido más de lo previsto de compras y reparaciones ordinarias. Ajustado lo invertido en suministros (sobre todo calefacción), sin rebasar el presupuesto. Y he podido entregar a la Diócesis la tercera parte de lo que tengo que dar en el año, que no está mál.
En fin, con recortes y ajustes, voy sacando adelante esta empresa eclesial y solidaria, procurando no sea deficitaria y tratando de no bajar en la aportación a Cáritas y a las necesidades misionales y de colaboración con la Iglesia universal.
Hemos subido la aportación al Seminario, a la infancia misionera, y se ha mantenido el nivel de años pasados en la colecta de Manos Unidas en la Campaña contra el hambre. Espero que el día del Corpus también se mantenga y aumente la colecta para cáritas diocesana. Los niños de Pirmera Comunión aumentaron también su contribución a las misiones y su ayuda a la parroquia ¡Se agradece especialmente!
¡Gracias por colaborar y que Dios pague con creces la generosidad de mi feligresía!
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