¡Sacerdotes logró suscitar!

Eso hemos cantado entusiasmados los más de cien sacerdotes que hemos celebrado en el Seminario de Logroño, con nuestro Obispo, la fiesta de nuestro patrono San Juan de Avila.

Y, mientras lo cantába con ganas, he pedido que San Juan de Avila lo siga haciendo también hoy: Que suscite "sacerdotes, que templados de Cristo al amor a los pueblos hagamos entrar al camino que lleva hasta Dios".

Mientras rezaba con mis hermanos sacerdotes y reflexionaba al hilo de las palabras de mi Obispo, le pedía al Señor que nos ayude a no dejarnos atenazar por las rarezas de la madurez y nos conceda la normalidad entusiasta que nos permita ser eficaces en el servicio ministerial.

Recordaba, y me encomendaba también, a los santos que pasaron por nustro seminario de Logroño: San Valentín y San Josemaría. Su ejemplo me entusiasma, su intercesión me da seguridad ¡Que no dejen de ayudarnos!

Hemos celebrado con particular alegría, recordando sus andanzas sacerdotales, a Gerardo, Venancio, Luis I., Manuel, Luis M., Félix, Angel, Rafael, Samuel y José, que cumplen cincuenta años de sacerdocio.

Y a Jesús Javier, Felipe, Jesús Mª, Francisco José y Eduardo, que han llegado ya a los veinticinco.

¡Que jornada tan intensa, que dicha haberla podido celebrar!