Adentrándome en el libro del Papa: Jesús de Nazaret
Voy descubriendo la hondura del conocimiento que el Papa tiene del Evangelio. Leo y releo el capítulo sexto: Getsemaní, y me admiro de las riquezas que se pueden encontrar en textos tan conocidos, releídos y repensados.
Un ejemplo que me ha impresionado:La somnolencia de los discípulos sigue siendo a lo largo de los siglos una ocasión favorable para el poder del mal. Esta somnolencia es un embotamiento del alma, que no se deja inquietar por el poder del mal en el mundo, por toda la injusticia y el sufrimiento que devastan la tierra. Es una insensibilidad que prefiere ignorar todo eso; se tranquiliza pensando que, en el fondo, no es tan grave, par apoder permanecer así en la autocomplacencia de la propia existencia satisfecha. Pero esa falta de sensibilidad de las almas, esta falta de vigilancia, tanto por lo que se refiere a la cercanía de Dios como al poder amenazador del mal, otorga un poder en el mundo al maligno. (pág 181)
Los que aún no tengan el libro que se den prisa en comprarlo y, sobre todo, en meditarlo.
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