Bienvenida a un sacerdote misionero
Después de treinta y dos años en Perú regresó a la diócesis un sacerdote de nuestro presbiterio. Le doy la bienvenida y rezo para que se adapte pronto a nuestro ambiente y al ejercicio en esta diócesis de su ministerio.
Yo lo sustituí en mi primera parroquia cuando él se fue a Perú. Espero ahora darle todo mi apoyo y amistad para que su regreso sea satisfactorio y gozoso.
¡Bienvenido!
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