Vísperas, homilia, Evangeliario... y cantos.
Celebro la fiesta de la Asunción con toda la solemnidad que puedo, siempre menos de lo que la Virgen se merce.
Vísperas solemnes, para las que edité una bonita hoja que se repartió a los fieles; canto del salmo interleccional, primososamente ejecutado por la directora del coro parroquial, Angelines; procesión con el artístico Leccionario, encuadernado en plata; canto de la salve ante la imagen de la Asunción, adornada con claveles y gladiolos; y... homlía a lo grande, sirviéndome de una frase de la predicación del Papa en esta fiesta que dice que la Asunción nos muestra que el cielo ya tiene corazón, el de nuestra madre, lo que nos hace sentirnos seguros y felices.
Mañana, Misas solemnes con los preciosos ornamentos que nuestros bienhechores han regalado. También se ha repartido la hoja parroquial, invitando a participar como voluntarios en las tareas de la parroquia.
¡Y una gran alegría en el corazón! Y... un recuerdo muy intenso para los recién ordenados en Pochuta y para los sololatecos que celebran su fiesta patronal.
En la foto, la Sagrada Familia, tamaño natural, de mi parroquia.
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