El Día del Seminario
Lo celebraremos este domingo 21 de marzo, día en que entra la primavera y domingo más cercano a San José.
Y lo he celebrado ya en la primera misa dominical hablando con cariño del Seminario. Con cariño y admiración. Pues es una institución que nos supera a cualquiera, pero que cuenta con mucha, mucha gracia de Dios. Tal vez porque son muchos los que rezan por él, los que dan su limosna para que funcione...
Pero un seminario es lo que son sus formadores y sus seminaristas. Si son alegres, responsables y esforzados, el seminario es una maravilla.
Yo le pido a San José por mi seminario de Logroño, que va adelante con mucha ilusión y con muchas ganas por parte de formadores, seminaristas y clero riojano. y, cómo no, por mi querido seminario de Sololá, donde dejé mi corazón.
No son tiempos fáciles los que corren. Las campañas contra la iglesia, provocadas por los problemas reales ocasionados culpablemente por algunos, acaban enrareciendo el ambiente y pueden desanimar a muchos. Pero ahí está Dios con su fuerza, con su poder de hacer milagros. Con su capacidad de seguir seduciendo y llevando tras de sí a quien no se contenta con lo bajo y aspira a lo mayor. El Seminario sigue siendo digno de ser defendido, de ser cuidado y debe tender siempre a mejorar, no dándose nunca por satisfecho.
En la foto: cartel del Día del Seminario, editado por la Conferencia Episcopal.
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