Ha muerto un maestro... Miguel Delibes.
Y elevo una oración por su eterno descanso.
Insigne nobelista, de quien leí por vez primera en los años de seminario, su novela "La sombra del ciprés es alargada": nostalgica, oscura, subyugante...
Me encantaron también "La hoja roja", "Cinco horas con Mario", "Señora de rojo sobre fondo gris" y "Los santos inocentes"... las guardo can afecto y frescura en mi recuerdo...
Todas me deleitaron, llegandome muy hondo sus personajes, sus paisajes, el lenguaje preciso, sugerente y vivo..., que me permitió vivir vidas rudas, cercanas, trágicas y, a veces, cómicas, pero, siempre hondas, complejas... que atinadamente hacía aparecer como por encanto en mi imaginación de lector... Por ello le estoy muy agradecido...
Migel Delibes es un Maestro del que aprendí, no poco, a imaginar, a contar, a escribir... un gran Maestro, por su humanidad, por su laboriosidad, por su genialidad y por ser también un sencillo creyente de la recia tierra castellana, que le vio nacer, que le vio madurar y que le enseñó, genialmente, a escribir, a narrar, a crear...
¡Descanse en paz!
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