Simpática anécdota de Monseñor Eduardo Fuentes
Me la contó hoy el sacerdote riojano Don Felipe Abad León.
Visitába La Rioja, buscando sacerdotes para su recien abierto seminario, Monseñor Eduardo, y le acompañaba Don Felipe, que, entre otros lugares de interés le mostró la concatedral de La Redonda de Logroño.
En esa iglesia, en el trascoro hay una gran capilla dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles, de gran devoción en la ciudad. Ante esa imagen rezó también San Josemaría en los años que vivió en Logroño, años en los que descubrió su vocación sacerdotal.
Mostrandole la capilla y la preciosa imagen de la Virgen, talla del siglo XV, Don Felipe le dijo a monseñor Eduardo que en Logroño había una costumbre, ya entonces a punto de perderse, de pedirle a Santa María de los Ángeles tres gracias. Los devotos, le añadió, aseguran que de ellas la Virgen siempre concede una.
Y Monseñor Eduardo, cuenta Don Felipe, sin dudarlo un segundo, se arrodilló ante la imagen y pidió: ¡Vocaciones, vocaciones, vocaciones!
Creo que la anécdota se comenta sola. A mí, por lo menos, me ha emocionado oirla de un testigo presencial, porque la concesión del favor tuve ocasión de presenciarla yo mismo...
4 comentarios
Ernesto Gramajo -
Creo que la Virgen María, cumplió este deseo pero multiplicado a la enésima potencia.
"Pedid y se os dará, buscad y hallaréis,llamá y se o asbrirá"
Gracias Mons. fuentes. Gracias P. Angel.
Att. P. Ernesto Gramajo
Luis Quintanilla -
Emociona siempre no padre?
Alejandro -
Tito Muralles -
Sigamos el ejemplo de las personas que sí la han ejercitado, pues allí están los frutos.