Mis navidades guatemaltecas

Las recurdo con nostalgia. Nos quedábamos solos en el Seminario los padrecitos españoles, aunque los últimos años empezábamos a tener la compañía de algunos guatemaltecos. Asistíamos a la gran misa del Gallo en la Catedral que culminaba con unos sinceros abrazos de felicitación por parte de tantos buenos amigos que allá tenemos. Después cenábamos al estilo de nuestra tierra, escuchando villancicos y recordando a las personas que estaban lejos. Y, a las doce, cohetes, bombas y mucha alegría, por el Niño Dios recien nacido

La mañana de Navidad era un gozo asistir a una misa familiar en la Catedral y El Calvario. Y pasaba el día entre paseos, recuerdos y rezos.

Ahora que van quedando lejos, las evoco con cariño y las guardo en mi corazón, abrazando con el recuerdo a tantos buenos amigos que allá quedaron ¡Feliz, Navidad, amigos!