Una verdadera bendición de Dios
La que siguen disfrutando en la querida diócesis de Sololá, en Guatemala. Me refiero a los numerosos jóvenes que se plantean la vocación sacerdotal y acuden a la convivencia de ingreso al Seminario Mayor. Me lo cuenta un gran amigo Ronald, que acabó este año los estudios del Seminario. Dice así:
Le escribo desde el Seminario, donde me encuentro acompañando a los futuros seminaristas de introductorio en su convivencia. También están aquí Rigo Jichá, Carlos Xinico, Felipe Jocholá y Santiago Ajú. Ya terminamos el Seminario y este es el primer sevicio que prestamos al Seminario como exalumnos. Hay 36 participantes en la covivencia, 5 que vienen de Izabal, 2 de Quetzaltenngo y el resto, de las parroquias de la Diócesis. A muchos de ellos ya los conocíamos porque al trabajar en la pastoral vocacional ya los estábamos tratando; a otros, en cambio, los hemos conocido en estos días. Les encomendamos y les ayudamos desde la amistad y el compañerismo.
Cuenten también con mi oración y la de los lectores de este blog para que sean muchos los admitidos a ese querido Seminario Mayor Sololateco.
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