Los jóvenes
Son el futuro. Pero en el presente son una importante tarea.
Desde esta noche tengo a un buen grupo de ellos usando el salón parroquial, recién terminado, para sus juergas.
Celebran sus diez y ocho hermosos años, que les abre a la vida adulta, en la que sueñan triunfar.
Sus inquietudes religiosas no existen. Piensan que la vida es solo lo que se ve.
Tenerlos cerca es una responsabilidad, cuando de ordinario se alejan tanto.
Espero que esta cercanía y el compartir local les pueda ayudar. Y espero también que no terminen con mi paciencia.
1 comentario
Luis Antonio -
Sin inaugurar el salón parroquial, abres la puerta a estos jóvenes, ¡que maravilla!. Estarán gozosos y eternamente agradecidos.
Abrá que aprovechar la ocasión para acercarse a ellos, y a pesar de la murga que tendrás que aguantar, entrar en dialogo con ellos, y ofertarles algo