Leo y disfruto en el cálido verano riojano
Es un modo de descansar y aprender, esto de la lectura hagiográfica.
Paseando a la orilla del río Iregua, se hace de maravilla.
Ahora leo, a la espera de su beatificación próxima, este ameno libro sobre el Cardenal Newman, que se hace de corrida y me evoca lo que he leido en otras ocasiones sobre esta personalidad tan destacada y genial.
Está escrito a modo de conversación entre el peridodista y carmelita riojano Eduardo Teófilo Gil de Muro y el Cardenal Newman. Lo disfruto capítulo a capítulo, letra a letra y lo recomiendo de verdad: no tiene desperdicio y es muy ágil y ameno.
Y no pierde rigor biográfico. Ideal para disfrutarlo mientras corre el agua clara y se mecen los árboles con la suave brisa del atrardecer...
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