Año sacerdotal: año para la renovación y el entusiasmo
Y... la renovación vendrá, según apunta el Decreto de indulgencias para ese año, por la renovada devoción al rezar a diario el Oficio Divino (sobre todo Laudes y Vísperas) y por la renovada dedicación a la atención pastoral al confesonario y a la práctica sacramental de los fieles.
Ojalá nos dediquemos con pasión a ello. Los frutos serán, sin duda, notables ¡A preparararse, pues!
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