Evocación del Santo Hermano Pedro en su fiesta
Cruzaste el Atlántico inmenso, besaste el suelo de Izabal, corriste contento esta tierra, hasta quedarte al pie de un volcóan.
¡Santo Hermano Pedro, que resuene tu campana para que no olvidemos guardar el alma para Dios!...
Evoco, en su fiesta, el sonido insinuante de la campana del Hermano Pedro para recordar el valor del alma y el de la caridad. El valor de las personas y el cariño hacia la tierra guatemalteca y sus habitantes...
Y me postro, desde la distancia, ante su tumba, en la Antigua, para pedirle por tantos amigos que se quedaron allá. Que el Santo Hermano los guarde, los llene de caridad y les permita ser muy felices.
¡Santo Hermano Pedro, que resuene tu campana para que no olvidemos guardar el alma para Dios...
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