Comienza la olimpiada en la víspera de la gran Ordenación Sacerdotal Sololateca
Hoy día ocho del ocho de dos mil ocho comienza en China la Olimpiada, esa gran fiesta de la competición deportiva de élite, que invita a los deportistas del mundo entero a ganar el mayor número de medallas, para demostrar que son los mejores.
No me entusiasma el deporte pero tampoco soy ajeno ni al espectáculo, ni a la competición, por lo que me ilusionaría que ganasen los deportistas españoles, para disfrutar de algún modo el ser los mejores, al menos en el deporte.
Pero también hoy estamos en la víspera de la gran ordenación diaconal y sacerdotal que tendrá lugar en Tecpán. Hacia allá se me va el corazón, la oración y los recuerdos para acompañar a mis amigos que van a ser ordenados, rodeados del cariño de amigos y familiares.
Ambos acontecimientos tienen relevancia y suscitan entusiasmos. Pienso que el segundo es más humilde, pero más importante y de mayor trascendencia, aunque para percibirlo se requiera la fe.
Yo gozaré más con este acontecimiento, tan lejano en la distancia, pero tan próximo en el afecto y el aprecio. Felicito desde la víspera a todos y cada uno de los ordenandos y doy con ellos gracias a Dios por ese don maravilloso del diaconado y del presbiterado. Que pasen un feliz día y que Santa María del Camino los siga acompañando para que vivan un fructífero y feliz ministerio.
1 comentario
Julio César -