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Semetabaj Hispano: Espiritualidad, pastoral, cultura y amistad.

Bodas de plata

Bodas de plata

En una noche como la de hoy, veintitres de enero, hace veinticinco años, me llevó mi familia al aeropuerto de Barajas, en Madrid, para subir a un avión con destino a Guatemala.

Al quedarme solo sentía una tensión tan fuerte que apenas lograba sentir. Y al acomodarme en mi asiento me amarraba bien, tratando de atar también el miedo que no me dejó pegar ojo en aquella larga y extraña noche que duró doce horas.

Amanecía el día veinticuatro cuando divisé, bajo las nueves, las enormes montañas del altiplano guatemalteco. Recuerdo el descenso del avión sobrevolando las escarpadas alturas y un momento en que se vieron unas vacas pastando en una ladera.

Me esperaban, asomados al aeropuerto de la Aurora, en Guatemala, el Obispo Eduardo Fuentes, Abelardo, compañero sacerdote de mi diócesis, que llevaba ya tres años en Guatemala, y Javier, sacerdote burgalés a quien aún no conocía.

Todo era nuevo, todo por estrenar. Traes el terror de volar, el temor de precipitarme por los inmensos barrancos de la tortuosa carretera, que me llevó a San Andrés Semetabaj.

Colgaban los seminaristas adornos multicolores para recibirme, detuvieron su faena y me fueron dando la mano con gran solemnidad y barrocas manifestaciones de afecto.

Comenzaban veinte años de ministerio sacerdotal, que con los cinco, cumplidos tras mi regreso, suman veinticinco: preciosas Bodas de Plata, que celebro con silenciosa emoción. Los cohetes y las mañanitas ya resonaron bulliciosas en mi jubileo sacerdotal. Ahora me cosquillean por dentro y las disfruto con paz, agradecido a Dios que hizo posible esa grande e inolvidable aventura.

8 comentarios

Angel Mª Pascual -

Gracias, Francisco y Amparito, por ese recuerdo fiel y amistoso, al que correspondo yo con sentimientos idénticos. Han sido unos años estupendos que quedan para siempre en el corazón. Un fuerte abrazo.

Francisco y Amparito -

Querido Padre Ángel, cuanta nostalgia nos provocan sus palabras, el recuerdo de unos buenos amigos que jamñas olvidaremos. Dios bendiga su ministerio y le agradeceremos todo el tiempo las enseñanzas recibidadas de tan ejemplar Sacerdote. Con el cariño de siempre, desde Sololá. Francisco y Amparito.

Angel Mª Pascual -

GRacias, P. Marcos, por tu comentario. Te deseo lo mejor en tu ministerio de formador de sacerdotes en Guatemala. Adelante siempre.

Marcos -

ESTOY AGRADECIDO CON DIOS POR HABERME FORMADO EN SU TIEMPO, Y AGRADECIDO CON USTED Y P. LUIS POR EL EJEMPLO DE VIDA SACERDOTAL QUE NOS ENSEÑARON, APRENDÍ MUCHO SOBRE LA VIDA SACERDOTAL CON EL ECHO DE VERLOS VIVIR SU VIDA MINISTERIAL. GRACIAS PADRE ANGEL. SÍ QUE ES UN ANGEL.

Juan Turuy Pajoc -

QUE EL SEÑOR LE DE FUERZAS Y VIDA PARA SEGUIR PASTOREANDO LAS OVEJAS EN CUALQUIER LUGAR DONDE ESTE. GRACIAS POR SUS ESFUERZOS REALIZADOS EN GUATEMALA, SIEMPRE LO RECODAREMOS . UN ABRAZO Y SALUDOS AL P. LUIS FONCEA.

Angel Mª Pascual -

Efactivamente es para dar gracias a Dios por lo que hace con instrumentos sencillos. Gracias por los comentarios y el recuerdo y la oración.

Juan Pablo -

Reitero mi gratitud al Señor por darnos la dicha de conocer a grandes misioneros y ejemplares sacerdotes, Gracias por su testimonio, sacrificio y entrega abnegada en pro de nuestra formación sacerdotal... hoy día, sacerdotes que recibieron su apoyo continúan la labor formativa en aquélla que fue su casa y que ahora conserva muy buenos recuerdos en tan intrépidos y valientes formadores de hoy! POR LOS FRUTOS LOS CONOCERAN! me uno a su alegría y felicidad y me siento orgulloso de que hoy USTED MISMO VE LOS FRUTOS de su esfuerzo y entrega! NO DESMAYE EN PASTOREAR AL REBAÑO que hoy se le ha confiado! Abrazos y bendiciones! Unidos en la oración y la alegría!!! JP

GRACIAS Y FELICIDADES PADRE ÁNGEL MARÍA PASCUAL!!!

Julio César -

Yo llegué un año después al Seminario y recuerdo los años felices de la formación en San Andrés, en Sololá, en el Mayor y en el Menor. Y agradecidos por el sacerdocio le cantamnos a Nuestra Señora del Camino:
Yo le supliclo a María
ser fiel a mi vocación
y vivir con alegría
este hermosísimo don.