Felicidades, Pastores del Pueblo de Dios
 
								
				
				Para ser el mismo Cristo, Dios Eterno me llamó y tan claro yo lo he visto que se acabó mi temor. Las curces en el camino, el cansancio y el dolor, no oscurecen el camino ni me enfrían el amor. Sin detenerme por nada voy siguiendo al BUEN PASTOR y vivo cada jornada sirviendo al Pueblo de Dios.
¡FELICIDADES!
 
       
		
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milo -