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Alegría por el éxito de la Jornada Diocesana de la Juventud en Sololá-Chimaltenango

Alegría por el éxito de la Jornada Diocesana de la Juventud en Sololá-Chimaltenango

Preciosa fotografía que da idea del éxito de la Jornada en la que cuentan participaron unos quince mil jóvenes, reunidos en San Lucas Tolimán (Sololá) este Domingo de Ramos. Me alegra enormemente y doy gracias a Dios por ello. Felicito al Obispo, Mons. Gonzalo, al P. Benjamín Yac  de la parroquia de San Lucas, y a todos los que la han colaborado en tan gran maravilla.

Me viene al recuerdo aquella primera Jornada Diocesana en la que tuve la suerte de participar allá por el año 1996, tal como la conté en mi librito "Abriendo caminos de formación sacerdotal". Nunca imaginé que llegara a donde  hoy ha llegado,  es sin duda un regalo del cielo:

La Primera Jornada diocesana de la juventud fue organizada por el Seminario Diocesano, siguiendo la propuesta del Papa Juan Pablo II, que desea se realice esta actividad en todas las diócesis del mundo. Tuvo lugar en Sololá, el 31 de Marzo de 1996, domingo de Ramos con la participación de los seminaristas de la diócesis, las religiosas que atienden el Seminario y sus jóvenes aspirantes, y unos pocos jóvenes de Sololá. Fue presidida por Monseñor Eduardo Fuentes, con procesión de Ramos, desde El Calvario a la Catedral, Santa Misa, junto con la comunidad parroquial, y una concentración festiva en las instalaciones del seminario Menor, actuando como animador un Grupo Musical de Palo Gordo, Suchitepequez. Se leyó el Mensaje del Papa para la Jornada y al final Monseñor Eduardo dio un breve y emotivo mensaje, animando y estimulando a todos los participantes a seguir alegre y decididamente a Jesucristo, marcando así la pauta para posteriores jornadas.

1 comentario

Benjamín Yac -

Muchas gracias P. Angel María, por las felicitaciones, para mi trabajar por la Jornada Diocesana de la Juventud ha sido una bonita experiencia, y una bendición continuar con el trabajo de grandes pastores que lo iniciaron en el año 1996, como lo es Usted y Mons. Eduardo.