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Semetabaj Hispano: Espiritualidad, pastoral, cultura y amistad.

Hace ya veintiocho años

Hace ya veintiocho años

¡Casi nada! Veintiocho años se cumplen hoy de subirme por primera vez a un avión, con temor y temblor. Amanecí en otro continente, ya el día 24 de enero.

Dejaba en España abundante nieve y me encontraba con un sol radiante en Guatemala.

Pasé veinte años en aquella tierra, a la que llegaba como un desconocido y de la que regresé lleno de grandes e inolvidables amistades.

Con todos esos buenos amigos, de aquí y de allá, celebro con gozo este veintiocho aniversario.

La foto es de mis primeros años, cuando estábamos en San Andrés Sematabaj. Aparezco con un amigo catalán, que fue a visitarme en la navidad de mi tercer año en Guatemala, contemplando el lago Atitlán.

6 comentarios

Angel Mª Pascual -

Gracias, P. Neto y P. Juan por los comentarios y el recuerdo. Yo también les debo tanta alegría e ilusiones compartidas con las que sigo recibiendo estímulo para mi ministerio sacerdotal.

JUAN TURUY PAJOC -

BENDICIONES PADRE ANGEL Y GRACIAS POR TODO, QUE EL SEÑOR LE RECOMPENSE SIEMPRE.


BENDICIONES PADRE ANGEL Y GRACIAS POR TODO QUE EL SEÑOR LE RECOMPENSE SIEMPRE.




P. Ernesto Gramajo -

Recordado Padre Angel, su rememoranza hace que también cuantos hemos tendido la dicha de conocerlo, agradezcamos a Dios por la huella positiva que ha dejado en nuestros corazones. Gracias a Dios por su vida y por todo lo que le ha permitido hacer. En unión de oraciones.

Angel Mª Pascual -

Gracias por el aprecio y los comentarios, P. Miglan y Julio. Por mi cabeza pasó de todo porque era ir hacia lo desconocido. Nunca pensé que aquel mundo lejano y distinto ocuparía con el tiempo una parte tan importante de mi corazón.

Julio Hurtarte -

Saludos padre, cuente qué pasó por su cabeza cuando le hicieron la propuestas de venir. Gracias por haber dicho que sí.

Miglan Estib Acevedo -

Recuerdo en el año 2001 en esta fecha, en clases nos dijo que cumplia 14 años de estar en Guatemala. Sabe padre, el miercoles hablé con mi director espiritual de usted y le comentaba la gran alegría que sentía en enero al regresar al seminario. Parte de esta alegría era volverlo a ver. Gracias Padre, recuerde que hay un Atitlán del Cielo que no se compara con el de la tierra. Una abrazo desde la lejanía. Atte. Miglan Estib