He seguido en directo y muy emocionado la última audiencia de Benedicto XVI

Tras celebrar la misa parroquial he podido seguir por televisión la última y emotiva audiencia del Papa y me he emocionado.

Cómo le agradezco tanta entrega, tanta sabiduría, tanta claridad. Cómo me alegra haberle acompañado en Madrid, aunque sea desde lejos, en la inolvidable Jornada Mundial de la Juventud. Cómo me ayudan sus escritos y cúanto me han enseñado. 

¡Infinitas gracias, Santo Padre, me uno a su oración y cuento con la ayuda del cielo que nos ha de venir por ella! Y no se me ocurre otra cosa que cantar en tu emotiva despedida aquella letra que conpuse hace casi ocho años con motivo de tu elección:

De tierra alemana te trajo el Señor para, desde Roma, ser su portavoz. Eliges llamarte Papa Benedicto y a Dios entregarte, Vicario de Cristo.

Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, Vicario de Cristo, todos te queremos.

Tu teología es clara y brillante, sirviendo a la Iglesia con fuerte talante. Juan Pablo Segundo te llamó a su lado, ahora le sucedes como hijo amado.

Conduce la Iglesia, Oh Padre solícito, guiando a los hombres hacia el mismo Cristo. María te ayude en el ministerio a guiar el mundo camino del cielo.

Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, Vicario de Cristo, todos te queremos.