Felicitación al nuevo sacerdote: P. Tito Muralles
Unido a su alegría y a la diócesis de Escuintla, que lo acogió, felicito de corazón al nuevo sacerdote, P. Tito Muralles.
Que vivas tu sacerdocio con creciente alegría, generosidad sin límites y entusiasmo desbordante ¡Merce la pena!
Me uno también a la alegría de la diócesis de Sololá-Chimaltenango por el número importante de participantes en la convivencia vocacional que hoy acaba de terminar.
Leyendo esa noticia, pensaba que discernir la vocación requiere inspiración de lo alto, pues sólo Dios sabe a quien ha escogido para ser sacerdote. Pero discurría también que los humanos podemos conocer a quiénes llama Dios y si los llamados están o no dispuestos a responderle, cuando se dan ciertas condiciones, que juzgo imprescindibles.
Primero se requiere que a través de la Iglesia le den a uno esta difícil encomienda. Después, siendo interior la vocación, hay que saber que acaba saliendo fuera, porque los humanos en la mirada, el gesto y el comportamiento mostramos lo que llevamos dentro. Pero, percibirlo requiere implicarse en la vida del vocacionado, que va dando señales de la llamada divina y muestras de si está capacitado para dar respuesta, en lo que dice, hace, reza, goza, sufre y vive.
Nuenca me sentí capaz, cuando tuve esta encomienda, de dar veredictos taxativos en primeros encuentros, por muchos ojos expertos que me ayudasen en la tarea. Pero nunca temblé cuando dispuse de ayuda y tiempo; convivencia y oración; trato amistoso y confianza.
¡Apasionante encomienda! Me siento orgulloso de haberla ejercido, durante los años que me fue confiada, con temor y temblor, pero con dedicación, responsabilidad y alegría. Ahora bien, al no tenerla, estoy menos estresado.
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Angel Mª Pascual -
Tito -